La historia de nuestra aventura en común comienza en un restaurante de Chiang Mai, bajo la lluvia del monzón, cuando una amiga nos presentó. La conexión fue inmediata. «¡Tenemos que hacer algo juntas!» dijimos. Así comenzaron las reuniones con el objetivo de juntar cuatro ideas ideas que nos movían a las dos: empoderamiento femenino, viajes, minorías étnicas y turismo responsable.
Después llegó la pandemia y con mucho dolor tuvimos que posponer nuestros planes. Sin embargo, seguimos intercambiando conocimientos y experiencias del reino de Siam. Todas estas conversaciones dieron lugar a la creación de los cursos de costumbres tailandesas con el objetivo de difundir la cultura de este país que nos ha dado tanto a las dos.
Esto en lo que se refiere a nuestra historia juntas. Te dejamos también la historia de cada una para que nos conozcas un poco más
Eli Zubiria
En 2014 llegué al reino de Siam en lo que iba a ser el final de mi primer viaje en solitario. Por aquella época yo no sabía viajar y me apunté a tours masivos en donde visité mujeres jirafas, elefantes y tigres. Llegué incluso a vivir un golpe de estado. Ni de lejos imaginaba entonces que aquellos paisajes y aquellas gentes iban a convertirse en mi hogar.
Dos años después en mi obsesión por regresar a Asia di por casualidad, en Facebook, con una oferta para trabajar en Tailandia. Así fue como terminé mudándome al país de la eterna sonrisa. Y fue esa sonrisa la que me conquistó desde el principio. Han pasado más de 6 años desde aquella mudanza y aún considero que mi hogar está en este lugar del mundo.
Toda esta experiencia me ha llevado a escribir un libro sobre la cultura tailandesa Tailandia: historias que un tailandés nunca te contará.
En mi blog Vida de viajera ayudo a otras mujeres a viajar en solitario. Aquí encontrarás información para lograrlo además de las rutas de los destinos que visito.
A día de hoy sigo aprendiendo y disfrutando de Tailandia y mi objetivo es que tú también lo consigas.
Llegué a Tailandia la primera vez en 2009, con una crisis personal de caballo, por cierto. Llevaba mucho tiempo deseando viajar por tiempo indefinido. Sí ,me fui de un trabajo y con una crisis personal tipo “come, reza, ama”, a viajar y hacer realidad mi sueño de conocer otras culturas sin billete de vuelta.
Tailandia fue casualidad, llegué con un amigo y él se quedó a trabajar en Bangkok y yo usaba su casa como hogar cada vez que tenía que pasar por él. Necesitaba de alguna forma un hogar, y él lo fue en esos momentos.
La vida me llevo a enamorarme de esta cultura y su gente y empecé a ir y volver, con varias ideas en la cabeza, montar una agencia de viajes, que hoy sigue funcionando con una misión acercaros este país con unos valores claros responsabilidad viajando.
La otra idea era montar un negocio que me permitiera independencia geográfica, no tener que vivir en un lugar concreto para poder trabajar, y ahí empieza mi historia de “nómada digital” pero esa merece ser contada en otro momento.
Hoy estoy aquí, para contarte que, estoy deseando enseñarte este país y su cultura y poder aportarte lo necesario para que empieces a viajar sin miedo.